viernes, 13 de noviembre de 2009
El Poder de la Palabra
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Como No creer en Dios
El creador de todas las cosas: Dios
Todas las creaciones de Dios demuestran su amor… Porque él es amor. El quiere que vivamos y disfrutemos de la vida y por ello todos los días debemos agradecerle que nos la haya dado. No es maravilloso… Mírate la mano. Dobla los dedos. Ahora agarra algo. Tu mano puede hacer muchas cosas, y hacerlas bien. ¿Te alegras de que Dios también nos diera ojos?... Gracias a ellos podemos ver muchas cosas: las flores, la hierba verde, el cielo azul y a nuestros seres queridos.
¿Qué le dirías a alguien que no cree en Dios?... Podrás señalar una casa y preguntarle: ¨¿Quién construyó esa casa?¨. Todo el mundo sabe que la tuvo que construir alguien. Por supuesto que no se construyó sola (Hebreos 3:4) Podrías llevarlo a un jardín, mostrarle una flor y preguntar: ¨¿Quién hizo esta flor?¨. No fue un hombre. Pero al igual que la casa no se construyó sola, esta flor tampoco se hizo a sí misma. Fue Dios quien la hizo.
Quizás alguien te confronte y te diga que solo cree en lo que ve, que si no ve algo, no cree que exista. De hecho, hay personas que no creen en Dios porque no pueden verlo. Es cierto que no podemos ver a Dios.
Nota: Deberíamos mostrar gratitud a Dios por todo lo que ha hecho. ¿De qué forma? Leamos lo que está escrito en Salmo 139:14; Juan 4:23, 24; 1 Juan 5:21, y Revelación (Apocalipsis) 4:11.
lunes, 2 de noviembre de 2009
Salmo 23, Para nuestros fieles difuntos
El Señor es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tú vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.