martes, 1 de diciembre de 2009

CINCO PASOS PARA RECIBIR BENDICIÓN

Salmo 37:5,7ª


Muchas veces no sabemos por qué no recibimos bendición o respuesta a nuestras oraciones de parte de Dios; nos esforzamos por agradarle y aún así no hay respuesta. Algunos han llegado a negar a Dios por la falta de respuesta oportuna a sus problemas, otros ya ni quieren saber nada de él. Si prestamos atención a los versículos del Salmo en mención, hallaremos la respuesta. El rey David nos señala cinco pasos a tener en cuenta para recibir el favor de Dios. Estos pasos son:

"Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
Guarda silencio ante Jehová, y espera en él"

Encomienda a Jehová tu camino.- Lo primero que debemos hacer es poner nuestra
vida, nuestros proyectos, nuestro camino en las manos del Señor para que él sea el 
alfarero y moldee nuestra existencia según sus propósitos divinos. Poner nuestra vida
a disposición del Señor, implica poner en sus manos toda nuestra vida, nuestros 
problemas, nuestras angustias, nuestros dolores y aún nuestra economía. No podemos 
ser mezquinos y poner lo que nos sobra de nuestra existencia, de nuestros dones, de
nuestra economía. Si queremos recibir bendición o algún favor de parte de Dios 
debemos darle toda nuestra vida. Queremos recibir bendición pero no estamos 
dispuestos a poner de nuestra parte.
Y confía en él.- Este segundo paso es muy importante tenerlo en cuenta, porque es
poner nuestra confianza en nuestro Dios, si hemos puesto toda nuestra vida en sus 
manos, debemos confiar que él obrará según su voluntad. El tiene planes para nosotros
y estos son de paz, no de mal (Jer. 29:11). Nuestra fe debe ser firme, saber que Dios
es bueno y que está siempre atento a nuestras súplicas y necesidades, nos perdona y 
nos da una nueva oportunidad para servirle. No debemos dudar de su amor y de su poder
Muchos confiaron en el Señor y nunca fueron defraudados, supieron esperar en él, esos 
son los miles de testigos de ayer y de hoy. Lamentablemente hay otras personas que
ponen su confianza en cosas, personas o ídolos, creyendo que así lograrán realizar
sus deseos. Pero sabemos que muchos han fracasado en ese intento y luego de haber 
ido de un lugar a otro, han vuelto a los pies del Señor. Gastaron su dinero y su 
tiempo buscando la felicidad y solo lograron más sufrimiento. En la Biblia hay muchos
pasajes que nos invitan a confiar en Dios y solo en él. No olvidemos nunca de poner
nuestra confianza en nuestro Dios, a pesar de la duda o las dificultades. Si hemos 
puesto nuestra vida en Dios, confiemos en él.

Y él hará.- Este tercer paso es consecuencia del anterior. Siempre la respuesta de
Dios es real y oportuna. Él actúa con poder sobre toda adversidad o dolor. Venció a
Satanás y a la muerte, todo su poder es infinito y no hay nada que se oponga a su 
voluntad. Para Dios no hay nada imposible (Lc. 1:37), así podemos comprobarlo a 
través de la historia salvífica en diversos personajes y hechos históricos 
(Noé, Abraham, Moisés, Ana, el Éxodo, la resurrección de Cristo, etc.). La palabra
 de Dios tiene poder desde la Creación hasta nuestros días y hasta el fin del mundo.
Muchos son los que pueden dar testimonio del poder de Dios en sus vidas. Enfermos 
sanados, marginados sociales restituidos, drogadictos y alcohólicos liberados del 
vicio, prostitutas y homosexuales regenerados, delincuentes rehabilitados, pecadores
perdonados, etc. Todos ellos y ellas dan testimonio de la gracia redentora de nuestro
Dios. Confiaron en las promesas del Señor: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis;
llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y
al que llama, se le abrirá" (Mt. 7:7-8).

Guarda silencio ante Jehová.- El cuarto paso no siempre solemos practicarlo,
vivimos tan apresurados que no hay tiempo para nada, ni siquiera para nosotros mismos,
y como resultado tampoco hay tiempo para las cosas de Dios. El silencio ha sido 
siempre una actitud para escuchar la voz de Dios (Dt. 27:9; Lm. 3:26; Ap. 8:1). 
En el silencio después de hablar con Dios podemos oír la voz redentora de nuestro 
Dios y conocer su voluntad para nuestras vidas. Callar es tiempo de reflexión 
personal, tiempo para revisar nuestras fallas y pedir perdón. Sin embargo, muchos
 de nosotros no tomamos en cuenta este aspecto en nuestra vida, solemos hablar y 
hablar; si nos piden un minuto de silencio no sabemos que hacer, nos desesperamos 
ante el vacío, el silencio. El mundo corre tan rápido y en forma ruidosa, que ya nos
hemos acostumbrados, ya no hay tiempo para orar, para una vigilia, para cantar 
alabanzas, para leer la Palabra y reflexionar, todo está convulsionado. Nos 
quejamos de todo, reclamamos a Dios resultados, pero no somos capaces de guardar 
silencio y esperar.

Y espera en él.- Saber esperar no es parte de nuestra disciplina, si algo no se
recibe de inmediato ya nos ponemos nerviosos o nos desesperamos. El quinto paso que
nos sugiere el rey David en este salmo es la capacidad de saber esperar la respuesta
de Dios. A lo largo de la Biblia vemos este consejo como práctica 
(1 Cr. 5:20;Job 13:15; 14:14; Salmo. 5:3; 22:4; 37:40; Is. 8:17; 30:18; 1 Ts. 1:9-10.
Hoy el mundo nos induce que todo debe tener resultados inmediatos, todo se mide por 
los resultados obtenidos, hasta los asuntos de la fe también pasa por esta premisa 
secular. A Dios se le pone a prueba, si responde de inmediato a nuestros ruegos, es 
un Dios verdadero, pero si no responde en el acto, entonces es un Dios que no nos 
escucha. Algunos han llegado al extremo de llegar a confiar en cosas, personas, 
filosofías, santeros o cualquier charlatán para lograr ser felices. No saben aguardar
un momento, no saben esperar, quieren ya, ahora, no mañana. Olvidan que los tiempos
de Dios no son nuestros tiempos y él responde según su voluntad, y esta respuesta 
puede ser hoy o mañana. Por la fe es que el creyente sabe esperar y no desespera.

Si queremos ser felices de verdad, debemos tener en cuenta estos cinco pasos; si
sentimos que Dios no nos escucha o no recibimos bendición, debemos preguntarnos en 
cuál de los pasos estoy fallando. La Iglesia también debe tener en cuenta estos 
cincos pasos en el cumplimiento de su misión. Muchos se preguntan, ¿por qué no 
crecemos, por qué no nos desarrollamos? La respuesta está ahí, a la mano. Pon en 
práctica estos cincos pasos y verás los resultados asombrosos que Dios nos tiene 
preparado. Cúmplelos y serás feliz. ¡Que Dios te bendiga! Amén.

viernes, 13 de noviembre de 2009

El Poder de la Palabra

«Por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.»

Aquel que conoce el poder de la palabra presta mucha atención a su conversación. Vigila las reacciones causadas por sus palabras, pues sabe que ellas «no retornarán al mismo punto sin haber causado su efecto». Por su palabra, el hombre se crea a sí mismo leyes. Conocí en cierta ocasión a una persona que me dijo: «Yo pierdo todos los días el autobús. Invariablemente, pasa en el momento en que estoy llegando». Su hija dice: «Yo llego a tiempo todos los días al autobús. Llega regularmente al mismo tiempo que yo».

Y esto continuó del mismo modo durante años. Cada uno había establecido una ley para sí mismo, una de fracaso y la otra de éxito. Aquí encontramos una explicación psicológica de las supersticiones. La herradura del caballo y el pelo del elefante no tienen por sí solos ningún poder, pero la palabra y la fe que afirman que traen buena suerte, crean un estado de optimismo dentro del subconsciente que atrae la «oportunidad». Sin embargo, observé que esto no tiene efecto en el caso de las personas más avanzadas espiritualmente, que conocen una ley más alta. Esto lo explica; no se puede volver hacia atrás y se deben desviar las «imágenes talladas». Dos de mis alumnos tenían grandes éxitos en los negocios. Sin embargo, después de algunos meses, bruscamente, todo empezó a irles mal. Nos esforzamos entre todos por analizar la situación y descubrí entonces que en lugar de hacer sus afirmaciones y de remitirse a Dios para su éxito y su prosperidad, habían adquirido dos figuras de monos de la «buena suerte».

«Ah —les dije entonces—, ahora lo comprendo todo. Ustedes depositan su fe en los monos y no en Dios. Libérense de esos monos y hagan un llamamiento a la ley del perdón.» Pues el hombre tiene el poder de perdonar, o sea de neutralizar sus propios errores. Decidieron lanzar los monos a los cubos de basura y todo empezó a irles nuevamente bien. Esto no significa que debemos eliminar de casa todos los amuletos de la «buena suerte», sino que debemos reconocer que sólo hay un único poder, Dios, y que los objetos no sirven sino para transmitirnos un sentimiento de optimismo.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Como No creer en Dios

El creador de todas las cosas: Dios

Todas las creaciones de Dios demuestran su amor… Porque él es amor. El quiere que vivamos y disfrutemos de la vida y por ello todos los días debemos agradecerle que nos la haya dado. No es maravilloso… Mírate la mano. Dobla los dedos. Ahora agarra algo. Tu mano puede hacer muchas cosas, y hacerlas bien. ¿Te alegras de que Dios también nos diera ojos?... Gracias a ellos podemos ver muchas cosas: las flores, la hierba verde, el cielo azul y a nuestros seres queridos.

¿Qué le dirías a alguien que no cree en Dios?... Podrás señalar una casa y preguntarle: ¨¿Quién construyó esa casa?¨. Todo el mundo sabe que la tuvo que construir alguien. Por supuesto que no se construyó sola (Hebreos 3:4) Podrías llevarlo a un jardín, mostrarle una flor y preguntar: ¨¿Quién hizo esta flor?¨. No fue un hombre. Pero al igual que la casa no se construyó sola, esta flor tampoco se hizo a sí misma. Fue Dios quien la hizo.

Quizás alguien te confronte y te diga que solo cree en lo que ve, que si no ve algo, no cree que exista. De hecho, hay personas que no creen en Dios porque no pueden verlo. Es cierto que no podemos ver a Dios. La Biblia dice: ‘Nadie puede ver a Dios’. Ningún hombre, mujer o niño puede verlo. Si no podemos ver a Dios, ¿Cómo sabemos que en realidad existe? Piensa en esto: ¿Puedes ver el viento?... No, nadie puede verlo. Pero sí puedes ver las cosas que hace; por ejemplo, cómo mueve las hojas cuando sopla a través de las ramas de un árbol. Por ese motivo sabes que el viento existe.

También puedes ver las cosas que Dios ha hecho. Cuando observas una flor o un pájaro, estás viendo algo creado por Dios. Eso te hace creer que Dios sí existe. Quizás alguien te vuelva a preguntar: ¨¿Quién hizo el Sol y la Tierra?¨. La Biblia explica: ¨Dios creó los cielos y la tierra¨ (Génesis 1:1). Sí, fue Dios quien hizo todas estas cosas maravillosas. ¿Qué opinas?... ¿No es maravilloso estar vivo? Podemos escuchar el bello canto de los pájaros, ver las flores y las demás creaciones de Dios, y también comer los alimentos que nos ha provisto.

Deberíamos darle gracias a Dios por todo ello y, en especial, por habernos dado la vida, nuestra familia, nuestro trabajo, buenos amigos. Si nos sentimos realmente agradecidos, haremos una cosa. ¿Sabes cuál?... Escucharle y hacer lo que nos manda en la Biblia. De esa forma podemos demostrar que amamos al Creador de todas las cosas.

Nota: Deberíamos mostrar gratitud a Dios por todo lo que ha hecho. ¿De qué forma? Leamos lo que está escrito en Salmo 139:14; Juan 4:23, 24; 1 Juan 5:21, y Revelación (Apocalipsis) 4:11.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Salmo 23, Para nuestros fieles difuntos

El Señor es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tú vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.

lunes, 26 de octubre de 2009

Humildad

Es andar en la verdad, el problema no es reconocer alguna virtud que tengamos, sino la actitud con la que la vivimos.  He conocido personas con muchas virtudes que no pueden ser admiradas por su arrogancia y orgullo, pero también he conocido personas que son incapaces de reconocer sus virtudes y no se consideran para nada valiosos.  Ninguna de las dos actitudes permite que los dones que Dios ha depositado sean utilizados para glorificar su nombre. Debemos humildemente reconocer y ponerlos al servicio de los demás.  La humildad se trata de hacerse pequeño para amar al otro, de estar dispuestos a servir, sin esperar ser servidos.  Este es el ejemplo de humildad que nos dejó Jesús, que siendo Dios, vivió como uno de tantos de su pueblo y no alardeó de su condición divina; tal era su condición que, cuando empezó a predicar, decían los de su pueblo: De dónde le ha llegado tanta sabiduría y ese poder de hacer milagros? No es el hijo del carpintero? (Mateo 13,54-55).  Con su ejemplo nos enseñó el verdadero sentido de la vida, desgastarnos por el otro, y su mayor prueba fue dar la vida por sus amigos, para enseñarnos a darnos al otro, muriendo a nuestros egoísmos y pasiones para que otros puedan vivir mejor.
 
¨Señor, cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión; cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender; cuando piense en mi mismo, vuelve mi atención hacia otra persona. Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos.  Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.¨ Amén. (Madre Teresa de Calcuta).
 
 
 
 
 

martes, 20 de octubre de 2009

Qué hacer con tantos problemas?

Cuando estaba a punto de comenzar a escribir este mensaje, abriendo el navegador de Internet, me encontré con la siguiente frase de B. C. Forbes: ¨La historia ha demostrado que los más notables ganadores usualmente encontraron grandes obstáculos (problemas) antes que ellos triunfaran. Ellos triunfaron porque se rehusaron a rendirse ante sus fracasos¨. Con demasiada frecuencia solemos pensar que las personas que han alcanzado grandes logros son personas que no tienen problemas. Todos tenemos problemas. La diferencia está en cómo los manejamos.

Cada uno de nosotros tiene que enfrentar cada día una enorme cantidad de problemas. Todos los tenemos: el rico, el pobre; el blanco, el negro; el casado, el soltero; el que estudió, el que no pudo estudiar; el que tiene hijos, el que no los tiene; el dueño de la industria, el empleado. El problema no son los problemas; el problema es… qué hacemos con ellos? La verdad es que cada día tenemos que resolver una gran cantidad de problemas pero no podemos permitir que los problemas se conviertan en una obsesión que nos robe el derecho de vivir.

Si todo lo que haces es entrar en pánico ante cada problema que se te presente pronto te encontraras como aquel granjero que dijo: ¨Lo más difícil de ordeñar vacas, es que nunca quedan ordeñadas¨. Los problemas nunca paran. Es por eso que te recomiendo que dirijas tus mayores esfuerzos a fortalecerte interiormente. La talla o el tamaño de la persona siempre serán más importantes que la talla del problema. El reaccionar equivocadamente ante un problema es lo que lo convierte en un verdadero problema. La realidad es que es más importante lo que sucede en ti, que lo que te sucede a ti. Creo que por esta razón Jesús afirmó: ¨Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada¨(Juan 15,5).

sábado, 17 de octubre de 2009

Te invito a Conocerla

Lourdes, ciudad impactante, tanto por su agradable clima, propio de los Pirineos, como su gente, su movimiento, pero, sobre todo, su devoción, te invitan a descubrirla y en esta ocasión soy yo quien te invita a conocerla... Todos los días llueve. Tal parece que el Cielo utiliza este método para aducir que las bendiciones no cesan. Puede haber un sol despampanante y al momento pueden las nuebes descargarse.
La Casa de Pedro fue un lugar mandado a construir por Bernardette Soubirous para los peregrinos pobres que no pueden pagar una estadía lujosa ni hospedarse en grandes hoteles. Tiene una belleza impresionante. Cientos de jóvenes voluntarios que por espacio de tres semanas prestan sus manos y su corazón para tantos que lo necesitan se reúnen anualmente. Los días en Lourdes transcurren en armonía. No es raro ver jóvenes de todas partes del globo en su labor de voluntarios ayudando a los enfermos que no pueden caminar.
Cuenta la historia, que de toda Francia se acercaban miles de peregrinos que querían conocer más de cerca a la hija de Louis, el molinero. La iglesia, que habia permanecido circuspecta ante los hechos narrados por la joven, comenzaron a darle crédito ya que la tenían por loca. ¿Cómo una joven de escasos recursos económicos, sin formación académica, ni conocimientos eclesiásticos manejaba un concepto que hasta el momento era concerniente al alto clero de la época?. Es entonces cuando el sacerdote de Lourdes, Francia, comienza a creer en las palabras de ella. La protegía de las autoridades civiles y militares que la tenían por enajenada mental. Pero la noticia cundió toda la comarca y más allá. Ya para la quinta aparición, fechada con el 20 de febrero de 1858 cientos de personas rodeaban la gruta de Massabielle y al día siguiente eran miles los asistentes. Desde entonces, Lourdes es la ciudad más visitada de Francia, después de París, donde asisten personas de todos los continentes para conmemorar el Jubileo o aniversario de las apariciones.
En la Catedral de Lourdes, se celebra la santa eucaristía durante todo el día, en más de diez idiomas. La parte frontal de la misma sirve para acoger a los peregrinos que a las 9 en punto de la noche hacen el rezo del Rosario en procesión. El río Gave, es uno de los más hermosos. Al lado, la gruta de Massibelle, lugar de las apariciones, y, debajo de este, la gran catedral.