lunes, 5 de octubre de 2009

Quiero mirar con tus ojos

El Evangelio Según San Lucas 16, 19-31 sencillamente nos recuerda de forma sutil pero contundente la importancia de ser solidarios y de no dejar que nuestro bienestar nos haga perder de vista las dificultades que enfrentan aquéllos que nos rodean.  Recordemos que los fariseos veían en la riqueza una señal de las bendiciones de Dios, y en la pobreza una señal de castigo divino.  Sin embargo, Jesús enseña que las riquezas materiales son algo que Dios nos confía para que las usemos de forma responsable y bajo la luz de su Espíritu Santo.  La actitud que asumamos cuando gocemos de bienestar será de total egoísmo o de absoluta rendición y entrega a la voluntad de Dios.
Muchas personas cuando leemos lecturas como las de la carta a Timoteo 6, 11-16 o la del libro de Amós 6,1ª.4-7, entienden que a Dios no le gustan los ricos y esto es incurrir en un grave error;  Al Señor lo que no le gusta son los avaros, los que optan, más que por ayudar a uno de sus pequeños, por amontonar bienes y riquezas no importándole quién sufra, quién padezca.
Si nosotros conocemos y amamos al Señor, nuestro manejo será conforme a su justicia, misericordia y amor, recordando lo que nos dice John Oxenham: ¨El amor da siempre, perdona, sobrevive.  Y siempre está con las manos abiertas.  Mientras vive, da.  Porque ésta es la prerrogativa del amor: dar, dar, dar¨.
Cuántos estamos viviendo conforme a esta prerrogativa? Cuántos de nosotros estamos con las manos abiertas?
La Madre Teresa de Calcuta nos invita a dar ¨hasta que nos duela¨.  Muchos de nosotros no acabamos de entender que aceptar esta invitación es convertirnos en los brazos misericordiosos de Dios que, a través nuestro, alcanzará a más personas.
Puede que tú seas ¨el hombre rico que se viste de púrpura y lino y banquetea espléndidamente cada día¨, y Lázaro puede ser aquel mendigo que te espera a la salida de Misa y en quien ni siquiera reparas, o la niñita que se te acerca al vidrio de tu carro con cara y ojos de hambre.  Que esta imagen contemporánea de las lecturas de hoy nos lleve a darnos cuenta de nuestra indiferencia y poca compasión social y nos mueva a hacer algo más que darnos golpes en el pecho y leer diariamente ¨La Biblia¨.  Que esta reflexión nos comprometa a ser como Jesús espera que seamos y a dar todo lo que él quiere dar a través nuestro.
Jesús, ayúdame a ver a través de tus ojos, a amar con tu corazón.  No quiero ser indiferente a la necesidad de tus pequeños.  Que mi compromiso contigo sea tan profundo y real que me lleve a dar pan al hambriento, libertad al cautivo y amor al solitario.  Amén.
 
Propósito del día: Abrir los ojos y ver a los que necesitan, y ser solidario en gestos concretos.
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario