SALMO 26, 1-4.A3-14
Este Salmo de ¨esperar en el Señor y ser valientes y tener ánimo¨, pues enfrentaremos oposición y romperemos continuamente los esquemas del mundo, por lo que debemos estar afianzados en nuestra luz y salvación, que es Jesucristo. La mayoría de la gente iban tras Jesús por las grandes hazañas y, definitivamente, no serían los mismos que seguirían al maestro camino al Calvario.
Hoy suele pasar de alguna forma lo mismo, quizás por eso Dios quiere volvernos a recordar que seguirle va más allá de estar en su presencia para que él se manifieste poderoso, que es también permanecer junto a él cuando las circunstancias nos son adversas o cuando, por estar sirviéndole o a su lado, tenemos que dejar algunos ¨compromisos familiares o sociales¨ que muchas veces están como prioritarios en nuestra vida.
¿Cuánto estás dispuesto a sacrificar por amor a Jesús? ¿A qué estás dispuesto a renunciar por él? Estas preguntas son fáciles de formular y difíciles de resolver. Te invito a que medites en ellas y, sobre todo, le pidas a Dios el suficiente amor para estar dispuesto a todo por él, pues al fin y al cabo es justamente ese tipo de discípulos que necesita Dios y el mundo hoy.
Señor, ayúdame a tenerte a ti en el centro de mi corazón y mi vida. Dame la gracia de tenerte como prioridad y que definitivamente ¨tu gracia me baste¨ para poder renunciar a lo que fuera necesario por amor a ti. Amén.
Este Salmo de ¨esperar en el Señor y ser valientes y tener ánimo¨, pues enfrentaremos oposición y romperemos continuamente los esquemas del mundo, por lo que debemos estar afianzados en nuestra luz y salvación, que es Jesucristo. La mayoría de la gente iban tras Jesús por las grandes hazañas y, definitivamente, no serían los mismos que seguirían al maestro camino al Calvario.
Hoy suele pasar de alguna forma lo mismo, quizás por eso Dios quiere volvernos a recordar que seguirle va más allá de estar en su presencia para que él se manifieste poderoso, que es también permanecer junto a él cuando las circunstancias nos son adversas o cuando, por estar sirviéndole o a su lado, tenemos que dejar algunos ¨compromisos familiares o sociales¨ que muchas veces están como prioritarios en nuestra vida.
¿Cuánto estás dispuesto a sacrificar por amor a Jesús? ¿A qué estás dispuesto a renunciar por él? Estas preguntas son fáciles de formular y difíciles de resolver. Te invito a que medites en ellas y, sobre todo, le pidas a Dios el suficiente amor para estar dispuesto a todo por él, pues al fin y al cabo es justamente ese tipo de discípulos que necesita Dios y el mundo hoy.
Señor, ayúdame a tenerte a ti en el centro de mi corazón y mi vida. Dame la gracia de tenerte como prioridad y que definitivamente ¨tu gracia me baste¨ para poder renunciar a lo que fuera necesario por amor a ti. Amén.
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